Matar a Bill
Nacido en Trois-Rivières (Quebec, CAN), Billy-William Larouche trabajó durante varios años como ebanista donde pudo utilizar su talento para crear piezas únicas, combinando madera y metal. Luego comenzó su arte en el mismo lugar donde su bisabuelo trabajaba como herrero, en la fragua Salamandre en Mauricie, QC. Fue de este lugar donde nació su pasión por la escultura forjada. La naturaleza, con su multitud de formas, ritmos, colores y siluetas son sus fuentes de inspiración.
Bill Larouche, un escultor autodidacta, se inspira en temas animales y tótems. Con notable habilidad en el manejo del acero, crea obras donde texturas pronunciadas confieren a cada tema una sorprendente elegancia. Larouche consigue capturar el momento preciso de los sujetos y congelarlos en el tiempo a través de esculturas decoradas con soldaduras y acero. Su talento reside en la forma en que superpone la fragilidad de los seres a la representación de un medio sólido y robusto, creando así una armonía singular.
